Con su impresionante costa, su rico legado cultural y su exquisita gastronomía, la ciudad de Nápoles encarna la esencia italiana.
Nápoles está salpicada de destacados puntos de interés turístico, desde las deslumbrantes aguas del golfo de Nápoles hasta la imponente cima del monte Vesubio. La riqueza histórica de la ciudad no pasa desapercibida; por eso, el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles es una de sus visitas obligadas. Explore su vasta colección de fascinantes piezas procedentes de yacimientos locales que se remontan a las épocas griega, romana y renacentista.
Entre los destinos más visitados de Nápoles se encuentran Pompeya y Herculano, un inmenso enclave arqueológico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco que relata la sobrecogedora y fascinante historia de la erupción del Vesubio hace casi 2.000 años. Recorra los pocos kilómetros que lo separan de Nápoles para visitar sus ruinas, donde la arquitectura romana, conservada de manera extraordinaria bajo capas de ceniza volcánica, es ahora visible gracias a meticulosas excavaciones.
El casco histórico de Nápoles, con sus abundantes e increíbles plazas, monumentos y castillos, también ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La zona, que abarca seis kilómetros cuadrados, es ideal para descubrirla a pie. Admire la intricada decoración que cubre los muros blancos de la catedral de Nápoles, déjese impresionar por las imponentes torres de Castel Nuovo o pasee por Spaccanapoli. También conocida como «partenápoles», esta calle angosta y recta rebosa actividad y está repleta de pintorescas plazas, palacios e iglesias.
Una de las joyas de Nápoles es su espectacular costa, pero antes de perderse en un lido en algún rincón encantador, como Marechiaro o Posillipo, debería visitar el impresionante Castel dell’Ovo. Ascienda a las murallas de esta majestuosa fortaleza frente al mar construida en el siglo XII y contemple las sobrecogedoras vistas del golfo de Nápoles.
Desde aquí podrá divisar el fascinante trío de islas que lo ocupan, cada una con su propio encanto. Capri, la más famosa, destaca por sus acantilados de piedra caliza. Descubra su impresionante Gruta Azul, de aguas azul eléctrico, y pasee entre tiendas de lujo en sus románticas calles. Isquia, por su parte, es célebre por sus playas de arena, calas de guijarros y aguas termales, mientras que Procida ofrece una escapada tranquila con coloridas calles adoquinadas que desembocan en apacibles puertos adornados con barcos de pesca.
Nápoles, cuna de la pizza napolitana, ofrece algunos de los ejemplos más auténticos y deliciosos. Disfrute de la exquisita mezcla de masa tierna, mozzarella fresca y tomates, ya sea en un puesto callejero o en un restaurante de lujo. Si lo prefiere, pruebe el ragú napolitano, un irresistible plato de pasta acompañada de carne y salsa de tomate cocinados a fuego lento.
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