VUELOS A CHINA
Situada a orillas del imponente río Qiantang, la cautivadora ciudad de Hangzhou está considerada uno de los destinos más pintorescos de China.
Una de las antiguas siete capitales del país, esta ciudad destaca por sus lagos de aguas resplandecientes y sus verdes colinas. A su cautivadora belleza se suman antiguos enclaves de intrincado diseño y estructuras modernas e innovadoras.
El lago del Oeste, una serena extensión de agua bordeada por sauces llorones y salpicada de impresionantes construcciones antiguas, es la joya de la corona de Hangzhou. Alquile un sampán, embarcación que los lugareños manejan hábilmente con un único remo, y recorra sus puentes ornamentales, sus pagodas y sus diminutas islas. Contemple los característicos tejados de los templos que asoman entre las copas de los árboles, con las colinas envueltas en nubes como telón de fondo, mientras navega entre jardines y parques de ensueño. El parque de los humedales de Xixi, un entramado de ríos y canales al oeste de Hangzhou, es otro de los remansos de paz de la ciudad. Visítelo en primavera, cuando los árboles en flor convierten el parque en un escenario mágico.
Situado entre los humedales y el lago del Oeste, el templo Lingyin se alza como uno de los monumentos más emblemáticos de Hangzhou. Considerado uno de los templos más antiguos e importantes de China, este enclave se funde con el espeso bosque que desciende por las laderas del monte Feilai. Adéntrese en su impresionante gran salón, presidido por una imponente estatua de veinte metros, y admire los cientos de intrincadas tallas que recubren las paredes de sus grutas.
En lo alto de una colina al sur de Hangzhou, la Pagoda de las Seis Armonías, con forma de templete, se erige como un símbolo envuelto en historias y leyendas locales. Recorra los apacibles jardines que conducen a esta singular construcción octogonal, levantada hace más de mil años, y ascienda por sus estrechas escaleras para disfrutar de las vistas panorámicas que ofrece del río Qiantang.
El moderno centro de Hangzhou también esconde experiencias inolvidables. Contemple asombrosas obras arquitectónicas como el Museo Yohoo, una estructura en forma de bucle infinito situada en una isla artificial, y los patrones geométricos de las ventanas de la Ópera de Yuhang, inspirada en un iceberg.
A pesar de su modernidad, el centro de Hangzhou aún conserva la esencia de la China ancestral, como en Hefang Street, una animada calle perfectamente conservada muestra de la cultura popular. En ella encontrará casas de té, comercios de seda vestigio del esplendor del comercio de la seda en Hangzhou y una exquisita selección de artesanía local.
Además de ofrecer un remanso de paz lejos del bullicio de la ciudad, el lago del Oeste es también la base de la cocina tradicional de Hangzhou. El pescado del lago del Oeste es una especialidad local que se sirve entero, escalfado y glaseado con una salsa dulce de vinagre que le confiere un intenso sabor. La sopa de brasenia del lago del oeste ofrece una alternativa tan original como colorida en un nutritivo plato que combina esta planta acuática con pollo desmenuzado.
Si busca observar Hangzhou en todo su esplendor, desde sus construcciones más modernas a sus templos más antiguos, pocos lugares superan al pabellón Chenghuang. Ubicado en lo alto del monte Wushan, este pabellón tradicional es una estructura refinada de siete pisos y característicos tejados curvos. Admire sus numerosas estatuas de fénix y sus magníficas obras de arte mientras asciende a la última planta. Desde lo más alto podrá observar las maravillosas vistas que ofrece de Hangzhou, el lago del oeste y el río Qiantang.