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La capital de Guinea es el animado centro del país, donde escuchará música en todas partes y encontrará calles llenas de gente que se divierte. Conakri se asemeja al salvaje oeste (algo caótico y con mucho polvo), y el hecho de que tan pocos turistas vuelan a la ciudad es como si ni siquiera apareciera en los mapas. Si decide aventurarse a venir aquí, aunque sea solo por unos días, con la amabilidad de la gente y la energía de la ciudad tendrá garantizadas muchas historias que contar.
El centro de la ciudad rebosa de lugares de interés turístico; es probable que pueda ver todo lo importante en un solo día, y después dedicar el resto del tiempo a socializar con los lugareños e ir a la playa. Comience en el Museo Nacional, que alberga una colección de instrumentos musicales, arte y máscaras propios del lugar. Pásese por la Gran Mezquita, un edificio impresionantemente grande y hermoso que se inauguró en 1984. La tumba de Sékou Touré, el primer presidente de Guinea, se encuentra en el recinto.
La forma más divertida de ir de compras en Conakri es yendo a los mercados al aire libre; asegúrese de tener tiempo suficiente para pasear por el Mercado Madina, uno de los más grandes de África occidental y en el que se vende de todo, desde artículos de uso doméstico hasta alfombras de cuero y joyería.
Por la noche, salga a la calle. Los amantes de la música se deleitarán con los sonidos de Conakri: la vida nocturna ocurre en las calles, no en los bares, y tocar instrumentos, cantar y bailar son las actividades nocturnas habituales. Los habitantes de Kindia son famosos por sus canciones; merece la pena preguntar a la gente dónde poder escucharlas.
También hay varias excursiones de un día desde Conakri que vale la pena hacer. Diríjase a las islas de Los, situadas cerca de la costa, y disfrute de un buen baño en sus excelentes playas (se puede acceder fácilmente en barco desde la ciudad). La ciudad de Kindia es conocida por sus bellas telas, a menudo teñidas de añil; el mercado de telas del centro de la ciudad es el lugar ideal para hacer acopio de mercancía. Más cerca de la ciudad, en el suburbio de Ratoma, se pueden visitar las cuevas de Kakimbon con un guía, que le puede explicar su importante significado religioso y las fascinantes leyendas asociadas a ellas.