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Budapest es, sin duda, uno de los mejores destinos de Europa. Muchas personas la comparan con Praga, otra ciudad poseedora del poscomunista, por sus barrios de rápido aburguesamiento, modernos bares ubicados en edificios ruinosos y boutiques que ofrecen lo último en moda y arte. En cuanto aterrice en Budapest, descubrirá una ciudad en constante evolución, que no solo ofrece lugares de interés histórico, sino también un ambiente animado para jóvenes y personas con estilo.
Si le interesa la arquitectura, la capital húngara le encantará. Esta llena de bellos edificios de diferentes estilos, desde el barroco al modernismo, pasando por el Art Nouveau y el neoclásico. Si pasea junto a la orilla del río Danubio con la Montaña del Castillo de fondo podrá hacerse una idea de la historia que ha vivido Budapest. Su época dorada fue a principios del siglo XX, cuando se construyó la mayoría de los edificios más bellos de la ciudad.
Aunque en Budapest no todo es historia. Entre los nuevos barrios que no puede perderse destaca Józsefváros, el Distrito Ocho, que se ha convertido en un punto de interés cultural para la ciudad, repleto de galerías y restaurantes.
Comer en Budapest es una experiencia reveladora a la par que placentera. Las opciones de restauración ofrecen desde cafeterías de autoservicio hasta restaurantes de primera clase, y la comida húngara es variada y rica. La ciudad cada vez tiene más restaurantes condecorados con estrellas Michelin, y no dejan de inaugurarse nuevos establecimientos. Los postres, especialmente los dulces húngaros, son famosos en el mundo entero, y los habitantes locales pasan gran parte de su tiempo en las cafeterías disfrutando de un buen café.
Budapest ofrece hoteles de diferentes características: algunos son pequeños, otros grandes, algunos caros y otros baratos. Sin embargo, lo importante es la ubicación. Si opta por alojarse fuera del centro de la ciudad, trate de encontrar un alojamiento bien comunicado con transporte público. Hay un par de hoteles nuevos con temática artística que disponen de galerías de arte propias y diseños llamativos. Los alojamientos más antiguos tienen un aspecto más modesto, pero pueden ser increíblemente lujosos. Y los hostales, que hay muchos, ofrecen generalmente un servicio excelente.
En esencia, experimentar la aparición de Budapest como uno de los destinos principales del mundo es un viaje realmente fascinante. Visite Budapest y sumérjase en su presente prometedor.