Vuelos a Sudáfrica
Johannesburgo, o Joburg como se la conoce abreviadamente, posee una rica historia que comienza con la fiebre del oro del siglo XIX. El descubrimiento del preciado metal atrajo a buscadores de oro y trabajadores de todo el mundo ilusionados con conseguir su trozo del pastel. Hoy, los viajeros vuelan a Johannesburgo para cenar en restaurantes excepcionales, salir de fiesta en animadísimos locales nocturnos o comprar en tiendas de moda en Sandton y Rosebank.
La ciudad tiene reservado algo para todo el mundo. Joburg no solo es la capital de la moda en Sudáfrica, sino que también presume de tener el mayor bosque creado por el hombre en el mundo, con más de 10 millones de árboles. Acuérdese de traer la cámara: los días de sol radiante dan paso a tormentas que atraen a fotógrafos de todo el mundo deseosos de captar los impresionantes haces de rayos.
Johannesburgo ofrece también la oportunidad de descubrir la historia de África en su Museo del Apartheid, cuando Nelson Mandela era estudiante de Derecho en la ciudad antes de embarcarse en su excepcional odisea vital.
Como en la mayoría de Sudáfrica, el amor por el rugby se siente en toda la ciudad. Vístase de rojo y blanco para apoyar a los Lions, el equipo local que juega en el magnífico estadio Ellis Park, cuyo aforo es de casi 60.000 personas. Coja un bastón de biltong (carne curada seca), una bebida refrescante y disfrute del espectáculo.
Aunque la oferta culinaria es diversa, la carne es sin duda la estrella de muchos platos sudafricanos. Los habitantes de la ciudad polemizan sobre dónde se encuentra el mejor filete, pero independientemente de cuál sea su elección, rara vez le decepcionará. Después de cenar, sumérjase en la famosa vida nocturna de la ciudad: diríjase al Black Orchid para una experiencia VIP o al Sophiatown para una sesión de jazz y cuando termine la fiesta, podrá retirarse al alojamiento que haya elegido de entre la amplia oferta a su disposición, ya sea un hotel rural o un hotel con encanto de cinco estrellas.