Destinos de Emirates
Mark Twain acertó plenamente hace más de un siglo cuando dijo: "Uno tiene la impresión de que Mauricio se hizo primero y luego el paraíso se copió de él". Vuele a Mauricio para averiguar por qué.
Sin duda ofrece una de las mejores vacaciones de playa del mundo, ya sea en la animada Grand Baie, al norte —un lugar perfecto para los entusiastas de los deportes acuáticos y los adictos a la adrenalina que practican paracaidismo— o en la relajante franja arbolada de San Félix en el sur.
¿Y qué más? Para empezar, se aconseja hacer una excursión de exploración. La carretera costera que va de Tamarin a Souillac ofrece una instantánea global de la isla: a lo largo de la ruta encontrará arrecifes de coral, lagunas, miradores y reservas naturales, así como hoteles y restaurantes asequibles que le permitirán dosificar su viaje como desee.
Alejándose de la costa, las partes del interior de la isla que no son parques nacionales, lagos o enormes extensiones naturales son pequeños reductos de cultura. Las ciudades comerciales de Curepipe (grandes tiendas cubiertas) y Quatre Bornes (febriles mercados al aire libre) son excelentes como excursiones de un día.
Cerca de la capital, Port Louis, una de las cosas más aconsejables es visitar el Jardín Botánico de Pamplemousses, de casi 300 años de antigüedad (también llamado Jardín Botánico de Sir Seewoosagur Ramgoolam), un enjambre desbordante de flora exótica. Sin embargo, si lo que busca es retornar a la naturaleza, diríjase a los cañones de Black River, que albergan las cascadas de Alexandra, así como exóticos animales, pero lleve consigo un par de botas resistentes, ya que este parque es enorme.
Para ver maravillas hechas por el hombre, encontrará por doquier iglesias, mezquitas y otras muestras de iconografía religiosa. Y claro está, puede relajarse en algunas de las playas más bellas del planeta.