La preocupación expresada en algunos sectores de Canadá en relación al impacto que podría provocar un servicio diario de Emirates entre Dubai y Toronto es del todo exagerada. Traducido en número de plazas, estos cuatro vuelos adicionales semanales equivaldrían únicamanente al 2,2% de las salidas y llegadas internacionales semanales de Air Canada (incluso sin contar los vuelos de Air Canada a EE.UU.). Lo cual indica que los vuelos adicionales de Emirates no representarían ninguna amenaza directa al futuro de Air Canada.
No existe competencia directa entre Emirates y Air Canada en Oriente Medio, África o el continente Sudasiático, ya que Air Canada no ofrece servicios a ningún punto de estas regiones.
En relación a las afirmaciones de que Emirates depende del tráfico de un tercer país, nuestro tráfico de conexión es sólo complementario al importante tráfico existente y cada vez más presente entre Canadá y los EAU en nuestros vuelos de Dubai a Toronto. Gracias a este tráfico de conexión, Emirates también ofrece un mejor acceso entre Canadá y varias regiones del mundo que no disponen de las conexiones aéreas necesarias o no están conectadas con Canadá. Una parte importante del tráfico aéreo de todas las redes de aerolíneas, incluida Air Canada y sus socios Star Alliance, es la conexión de pasajeros.
Pensar que los intereses comerciales de Air Canada dentro de Star Alliance (con 26 aerolíneas, más de 600 millones de pasajeros anuales y una flota de 4000 aeronaves aproximadamente) podrían verse seriamente afectados por un servicio diario de Emirates entre Dubai y Toronto no tiene ninguna credibilidad.
Emirates siempre busca generar nuevas demandas y no redistribuir el tráfico actualmente operativo. La política de Emirates no es iniciar nuevas estrategias que contemplen añadir vuelos adicionales los cuales afecten negativamente a otras aerolíneas, ni la de establecer precios depredadores. Los precios de Emirates son competitivos en todos los mercados.