Vuelos a Senegal
Dakar, una ciudad con gran diversidad, tiene una combinación de influencias africanas, europeas y de Oriente Medio que se manifiestan quizá más claramente en la cocina y la vida nocturna. Encontrará restaurantes que sirven marisco local cocinado a la francesa, exquisita comida callejera en lugares inesperados y habitantes locales bebiendo a sorbos té a la menta en cafés. En resumen, todo paladar se verá satisfecho.
Hay también una gran variedad en arquitectura, desde catedrales señoriales hasta majestuosas mezquitas, con multitud de edificios coloniales convertidos en museos, hoteles y restaurantes.
En esencia, Dakar es un crisol cultural. Está el Village des Arts, que se centra en exhibir el trabajo de los artistas locales, así como los mercados de la Medina, un barrio que se enorgullece también de contener la impresionante Gran Mezquita de Dakar. Por la tarde-noche, sumérjase en la vibrante escena nocturna de Dakar, que combina salas modernas y sencillas con locales de moda. El Thoissane, por ejemplo, propiedad del músico y cantante Youssou N’Dour, se conoce en todo el país por ser el mejor lugar para escuchar música senegalesa.
No puede viajar a Dakar y no visitar la costa. Como cabría esperar de una ciudad situada en una península, hay maravillosas bahías y playas para elegir. Si lo que busca es un auténtico retiro del mundanal ruido, vaya de isla en isla. La isla de Ngor, justo enfrente de Dakar, es una minúscula extensión de tierra que resulta ideal para olvidarse de todo. Alójese en un albergue para surferos y pase su estancia atrapando las olas y sus tardes en una barca pescando sabrosos pescados.